El Orden y el Caos, a parte del título de libros y películas, son dos palabras que, por sí mismas, ya evocan muchas imágenes y conceptos.
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¿Realmente es así?
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¿qué es el Orden y qué es el Caos?
Como siempre hago, en primer lugar reviso las definiciones de ambas palabras:
Orden: «Manera de estar colocadas las cosas o las personas en el espacio, o de sucederse los hechos en el tiempo, según un determinado criterio o una determinada norma. Situación o estado de normalidad o funcionamiento correcto de algo, en especial armonía en las relaciones humanasdentro de una colectividad»
Caos: «Desorden o confusión absolutos. Estado originario y confuso de la materia que se supone anterior a la ordenación del universo»
Una vez aclaradas las definiciones, podemos comprobar que, son completamente generales, y que quedan algunos cabos sueltos. Por ejemplo:
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¿Qué criterios deben usarse para establecer cuál es el orden correcto?
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¿Qué es la normalidad?
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Si la palabra Caos es el antónimo de Orden, seguimos sin salir del círculo vicioso…
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¿Quién marca la confusión?
Y así, podríamos elaborar preguntas y preguntas, las cuales tan sólo tendrían respuestas completamente subjetivas o que generarían más preguntas.
Cada persona, tiene un mundo interior rico, fluido y lleno de matices; cada persona es capaz de crear un sistema propio de ordenación de su vida, sus cosas y sus conceptos y, por tanto, ser perfectamente válido para esa propia persona.
Como es fácil deducir, lo que es bueno para esa persona, no tiene por qué serlo para otra; el orden de una persona no tiene por qué ser el orden correcto para otra persona y, sin embargo, es perfectamente válido.
Bajo este punto de vista, la palabra Orden, podría definirse como:
«Sistema de colocación individualizado que, facilita la búsqueda de los elementos deseados»
Una respuesta algo simplista, pero veamos ahora la segunda parte.
El Caos existe y, de la misma forma que su antónimo, también es subjetivo y difícil de valorar; pero existe una pequeña diferencia:
SI una persona decide trabajar con su propio Orden e implantarlo en su vida y, en un momento dado, no es capaz de encontrar algo que busca; eso implica que su propio sistema no es válido para fomentar la fluidez de las búsquedas.
Bajo esta perspectiva, el Caos podría definirse como:
«Resultado de obtener errores, en la búsqueda de elementos colocados bajo un sistema de colocación individualizado»
Un ejemplo claro, sería el de la típica persona que tiene su habitación completamente descolocada; en ese momento, una persona externa, le recrimina esa colocación. El dueño de la habitación está en su derecho de decir:
«Yo sé dónde está todo, a pesar de la aparente falta de criterio; es mi orden y yo lo encuentro todo»
Hasta ahí, esa persona tiene razón; pero si, en ese momento, se le pide, por ejemplo, un libro determinado, y no es capaz de encontrarlo, queda demostrado que su orden no es el correcto; no favorece la búsqueda y hallazgos de elementos; por lo tanto, esa habitación es un Caos.
Como siempre, creo que los puntos de vista, han evolucionado con el tiempo; los conceptos que hablamos en este post, también han evolucionado; la subjetividad, cada vez impera más en nuestra vidas y es muy difícil valorar a los demás.
Pensemos en nuestro orden y, si realmente, nos facilita la vida a la hora de encontrar las cosas; si es así, enhorabuena, y si no, reconozcamos que vivimos en el Caos y debemos generar un cambio.
Y, por último, recordemos que en todo Orden y algo de Caos y viceversa.

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José Ignacio Méndez