Tener que elegir, es una situación se ha presentado a muchas personas; y no hablo de la elección entre dos actividades a realizar, sino de la elección entre dos personas.
Siempre he dicho, que el ser humano está construido de emociones, y que ellas son las que nos dominan. Si nos encontramos en una situación así, está claro que las emociones quieren tomar las riendas de nuestra vida, desequilibrando nuestra forma de pensar, y lo que, en teoría, debería ser lógico.
Antes de seguir hablando sobre ésto, vamos a obviar una posible respuesta: «Me quedo con las dos personas»
Así que, vamos a centrarnos en tener que tomar la decisión…. sí o sí
En primer lugar, vamos convertir la pregunta base «¿con quién me quedo?», a otra un poco más afinada:
¿Quién es más importante para mí?
Si hemos llegado a una situación así, es porque ambas personas, son capaces de aportarnos algo importante en nuestras vidas. Eso significa que, aunque parezca algo clásico, es importante coger papel y lápiz…. y usarlo !!!!
Previamente a éste proceso, deberíamos conocernos lo suficientemente a nosotros mismos, como para saber lo que SI queremos en nuestra vida, y lo que NO queremos.
En éstos casos, y aunque suene muy radical, una posible solución, sería combatir el fuego con fuego; es decir, si los sentimientos nos impiden ver la realidad, y por lo tanto, ser capaces de tomar una decisión adecuada, en la que existan menos probabilidades de error… apliquemos más sentimientos al proceso...
Empecemos y centrémonos, intentando sentir y visualizando la escena….
La persona que salvaremos en nuestra imaginación, será la que es más importante de las dos.

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José Ignacio Méndez